La familia es el regalo más importante que la vida nos da, y el tiempo pasa tan rápido que ni siquiera nos damos cuenta cuando los papeles se han invertido.
Detener el tiempo es imposible, pero podemos congelar el recuerdo a través de una fotografía.
Todas las celebraciones dejan en nuestra memoria momentos gratos que nos hacen recordar la dicha de aquel día. Como el Día de la Navidad, la época perfecta para capturar esos intantes en familia, ya que la atmósfera que se crea llena de emotividad la ocasión.
Pero también hay otro tipo de celebraciones cuyo recuerdo vale la pena enmarcar, como el día de mamá y papá, o el día de los abuelos. Nuestros mentores y consejeros de vida.
En fin, está claro que cada momento se vuelve más especial cuando lo compartes con tus seres queridos.